viernes, 5 de noviembre de 2010

No dejes nunca de sonreír

No puedo decírtelo a ti directamente, ni hacerte llegar mi mensaje sin descubrirme, cosa que no quiero. Siento mucho todo lo que te ha pasado, de verdad que lo siento. Entre otras cosas porque la pérdida es mutua, cariño. Yo no soy parte de tu vida por esa pérdida. Pero te quiero, sólo porque tienes y eres parte de él. No me hago una idea del vacío y de la falta que fue y es su ausencia para ti, para vosotros. Sé cómo fue para mí y lo mucho que me costó levantarme, pero es lo que hay que hacer, es ley de vida, nada es eterno, nosotros somos polvo y en polvo nos convertiremos. Y hay que asumirlo cuanto antes mejor. Yo hace mucho que no le temo a la muerte. Sé que está ahí, oculta y traicionera, esperando escondida donde y cuando menos te lo esperas. Pero también sé que la vida merece la pena ser vivida precisamente porque tiene su fin. Si fuera eterna, ¿qué sentido tendría la vida? Nada tendría importancia si fuéramos a vivir para siempre. No pienses que tu vida no es completa porque te falta algo. A TI NO TE FALTA NADA. Sólo tienes que vivir TU vida. No digo que olvides tus recuerdos, pero no dejes que te ahoguen por favor. Sé que es difícil y que hay días en los que el peso es muy grande y que no puedo comparar mi sufrimiento con el tuyo, pero sé que puedes ser feliz si pones algo de tu parte. La vida es así... No te rindas nunca y, por favor, hazle un favor a él y sé feliz.
 Y él ya no está,
pero yo sigo aquí.

La esperanza está muerta
igual que tú, mi amor.
Y de las cenizas hay que resurgir
como el Ave Fénix
para volver a vivir.

               Dalila(27-IX-2000)

No hay comentarios: