martes, 7 de septiembre de 2010

Resucitar...

Me he muerto un 12 de Noviembre. Después de una semana de angustia, agonía, de noches sin dormir, dudas e incertidumbres, por fin descansé para siempre y pude empezar mi tercer duelo. Es una suerte que sea pagana porque si no lo fuera tendría que pensar que el Dios "todopoderoso" se cree que soy tan fuerte como el hierro. "Dios nunca te da más de lo que puedes soportar". A mí me ha dado en diez años bastante. El dolor siempre es relativo y personal, pero por una vez creo sinceramente que no exagero.
Yo no resucité al tercer día... Ni a la tercera semana... No sé exactamente cuándo fue el momento en que volví a la vida. Sólo sé que era Diciembre y desde el autobus donde iba todo me pareció de repente "más": los árboles más verdes, el cielo más azul, el aire más fresco, todo más sencillo... Era como si me hubieran quitado un gran lastre de encima y ya pudiera salir a respirar a la superficie y dejar de hundirme. Me sentí más viva de lo que lo he estado nunca y tremendamente feliz. Había recuperado el control y tenía una vida llena de oportunidades por delante.

2 comentarios:

Unknown dijo...

interesante blog, sobre todo esta parte, Ayla,transmites sinceridad, autenticidad,humildad,eres capaz de tocar la fibra sensible sin resultar pretenciosa con tus palabras...

Ayla dijo...

Gracias, jimena80. Me alegra q te guste. La verdad es q es el principio de un relato medio autobiográfico q empecé a escribir a principios de verano, pero de momento no prospera... El resto, sólo son desvaríos de una loca, enamorada de alguien q posiblemente ni siquiera se de cuenta de q estoy aquí...