domingo, 28 de agosto de 2011

Matando príncipes...



Alicia suspira profundamente tumbada sobre la suave hierba con los ojos cerrados imaginando a su príncipe azul. Tan sólo imaginando cómo él la querría. Intensamente cuando la deseara, dulcemente cuando quisiera que fuera ella la que lo deseara, tiernamente cuando ella estuviera triste o preocupada y en la distancia cuando él o ella o los dos necesitaran aire libre y soledad.

Por eso Alicia no entiende nunca qué les pasa a esas princesas caprichosas y egoístas, que cuando se enfadan dejan a su príncipe azul con la intención de que él vuelva suplicando más de mil y una veces que le perdone por algo que probablemente él no sabe ni que ha hecho. Alicia no entiende que teniendo un príncipe azul que te baja la luna cuando tú quieres, que tira su capa en los charcos para que tus zapatos no se mojen, que lo deja todo cuando tú le dices ven, haya princesas que no sean capaces de apreciarlo.

Alicia es consciente de que el príncipe azul se destiñe con los lavados, pero conoce a este príncipe aunque no sea de ella y sabe que sigue siendo azul y que quiere a su princesa más que a su vida. ¿Cómo puede ella no darse cuenta? ¿Y por qué tiene que poner su amor a prueba cada momento?

Que se esté en pareja no implica que la persona pierda su carácter individual. La otra persona no te pertenece hasta esos extremos. Que tú seas mío y que yo sea tuya no implica que nos convirtamos en un ente que hace todo juntos. Nos convertimos en nosotros para ser mejores, pero de vez en cuando podemos ser sólo tú o sólo yo. Y que juntos nosotros funcionemos bien depende de que tú y yo también funcionemos bien y estemos autorrealizados y felices por separado.

No sé, en el País de las Maravillas de Alicia las peleas de enamorados nunca duran más de un día y siempre se resuelven consultándolo juntos con la almohada.

3 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

La almohada es un recurso excelente para acabar con las peleas.
Y si, la individualidad no hay que perderla jamás. Eso conduce al desastre siempre.

Besos.

raindrop dijo...

Había escrito Shakespeare: "Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede. Porque hay personas que nos aman, pero que no saben cómo demostrarlo..."
Quizás haya princesas que no se hayan dado cuenta. O príncipes que no saben ofrecer exactamemte aquello que la princesa necesita.

En cualquier caso, tengo claro que en materia de relaciones no existe eso de el hombre perfecto o la mujer perfecta, sino la pareja perfecta, formada por dos personas que pueden estar llenas de imperfecciones pero que se acoplan a la perfección. Como eso que has relatado.


besos

Ayla dijo...

Si ya sé q eso no existe la perfección, pero no entiendo esas tonterías. Ella dice q no basta con quererse. ¿¿Cómo no va a bastar con quererse?? Es lo único q hace falta en realidad...

Gracias por comentar, chicos.

Bsos